martes, 17 de junio de 2014

La comunicación, ¿servicio público?





Después de haber sido el gran promotor en la Asamblea de la Ley de Comunicación, que ha demostrado su virtud para perseguir a medios, periodistas y hasta caricaturistas incómodos al poder, el legislador oficialista Mauro Andino ha anunciado que Alianza País busca definir la comunicación como "bien de servicio público", dentro del combo de enmienda constitucional que se prepara junto a la propuesta de reelección indefinida.

No sé cómo es un bien y al mismo tiempo un servicio, pero en todo caso: ¿por qué público?

Cuando la comunicación es un derecho fundamental --como hoy rezan la Constitución y el Pacto de San José, aunque la realidad local los desmienta--, constituye un espacio de libertad de la persona, que forma parte de su dignidad humana y que, por tanto, resulta inviolable para el poder. Esta lógica, por supuesto, no es la que se aplica hoy en la práctica ecuatoriana, ni la que inspira la Ley de Comunicación, ni peor aún la que dirige la mentalidad de Carlos Ochoa y las demás autoridades que controlan la comunicación en el país.

Ellos, bajo la dirección ideológica del presidente Correa, tienen otra visión: la comunicación es un bien y/o servicio público, cuya prestación es vital para la sociedad, que debe ser defendida de los oscuros intereses corporativos y mediáticos. Y entonces la conclusión viene fácil: la comunicación la debe brindar el Estado. Así lo ha defendido el presidente en varias entrevistas.

Y así, además, encuadraría en el actual texto constitucional, cuyo artículo 314 hoy asigna la responsabilidad de la provisión de servicios públicos exclusivamente al Estado, que puede a su vez delegarlos al sector privado (como los puertos).

Entre derecho humano y servicio público, la diferencia está considerar la comunicación como una facultad personal del ser humano o como un bien estatal similar al petróleo del Yasuní.

En esto no hay medias tintas: concebir la comunicación como un recurso público, donde el Estado prevalece sobre los individuos, es la característica más común de todas las dictaduras. De izquierda o derecha, lo mismo da.


Acá pueden leer nota en diario Expreso sobre este post.

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